Sombras que hablan lenguas mudas
Que en la intimidad brotan con flores sin olor
No hay una guerra que deba continuar; llámala concurso de silencios
Llámala profecía de futuros inciertos que hablan de partidas sin rumbo
Cuando el viento vuelva a casa tras su libertad a tiempo parcial...
Puede que haya almas que no consigan superar la ultima prueba
Un anciano que juega, las nieves que queman, la rutina que jamás volverá
Todo el Universo se desmorona a los pies de quien era su Diva de Hierro
La que hablaba con los agujeros negros y daba luz a todas las estrellas
Morirán también las doncellas que la acompañaban en su choza
Pero no sin antes declarar la guerra a las ataduras de los más oscuros
Quienes un día estas palabras habrán de dejar de gobernar
Y la Diva de Hierro se ha fundido con su propia alma
Será, pues, su sonrisa la que vuele lejos y se una a las luces del firmamento.
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