martes, 7 de febrero de 2017

Charles...

Jean abrió los ojos. Se encontraba en una calle tan oscura que parecía que se hubiese apagado el mundo por completo. El muchacho no entendía nada de lo que estaba sucediendo. ¿Qué había ocurrido? No podía recordar ningún aspecto o suceso de su vida... solo sabía su nombre.
     -No podía moverse. Sentía tal dolor en el pecho que no podía ni respirar. Veía cómo una cálida luz se aproximaba lentamente hacia él...
     -Charles... -susurró sin saber a quién se refería.
     Era incapaz de apartar sus ojos de la luz. Por primera vez se estaba dando cuenta de que estaba sangrando por la nariz y los labios... Ah, que ese dolor insoportable era el corte de un cuchillo...
     Jean había muerto apuñalado, pero él no llegaba a esa conclusión.
     Lo único que sabía era que deseaba que esa luz lo invadiese del todo para apagar su sufrimiento. Cuando aquello al fin sucedió, sonrió al notar que lo estaba curando... y elevando.
     No podía recordar ya ni su propio nombre. Aquel chico, un joven modelo, no se acordaba de que sus padres lo adoraban, o de que sus amigos eran su segunda familia, o de que se había prometido con su novio Charles en su restaurante favorito.
     Tampoco sabía la triste verdad.
     LO HABÍA MATADO LA HOMOFOBIA.
     (Se apagó la luz).

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