Podría haber sido una adolescente guapa. Pero estuve todo ese tiempo demasiado ocupada lamentando mi mala suerte en lugar de hacer algo para cambiarla. Mi cielo lucía podrido en vez de oscuro, y yo volaba hacia las alturas equivocadas.
Solo quería camuflarme entre el musgo y perderme en su verdor. Había dejado de creer en los gatos negros, en la profecía aquella de los trece martes malditos. Pero los sueños solo se cumplen tres veces, y buscaba siete oportunidades. La tinta de mis versos quemaba cada hebra de mi pelo; no encontraba la forma de ser diosa y no musa...
La naturaleza estaba harta de perdonar mis pecados. Lujuria de poder, gula de poesía, artista airada en un laberinto de risas maléficas.
Podría haber sido una adolescente guapa...
Seré inocente hasta que me demuestre lo contrario.
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ResponderEliminarla tinta de tus versos es la que hace sentirte diosa...desde luego tan inocente como tu propia mirada. Estupendo leerte. Disfruto ;))
ResponderEliminarMe repetí y elimine un comentario...me perdonarás verdad?? jejejeje.
JAJAJAJAJAJAJA, no pasa nadaaaaaa
ResponderEliminarYo también disfruto mucho cuando puedo tomarme un rato para leerte :))