Cuando me abrazan tus deseos de tocarme el alma
Si este mundo tan pequeño no puede encerrar la locura
Ni una selva de pentágonos tiene la geometría de tus brazos
No sé si somos cautivas del aroma de la avaricia
O si somos exclavas del látigo del silencio
O si somos agnósticas de la fuerza de la gravedad
Pero sé que soy una cosmonauta malherida por la felicidad de tenerte
Y que viajo más allá de los límites del diamante cuando esculpo tu corazón
El cabello ovalado que roza tus caderas
Como una cascada enferma
Arcoiris liso y sedoso que ha conquistado las manos del abismo
Y ha derrotado a la ciega sirvienta del odio
No sé en qué estoy buceando, amor
Pero ahógame con tus caricias
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